Laura no se conformaba con nada, todos los juguetes que tenÃa terminaban aburriéndola y siempre querÃa algo más. Una comba, un globo, un patinete, dos elefantes del zoo? Un dÃa Laura descubrió algo que aún no tenÃa, ¡la luna! Asà que estiró su mano, y cuando la tenÃa agarrada, la luna se la llevó lejos, muy lejos. Laura echaba de menos a sus padres, y también sus juguetes. Sin embargo, pronto descubrió que podÃa divertirse con infinidad de juegos utilizando su imaginación.