«Una explosiva bomba entre la alta cultura y la delincuencia. De cómo perdemos la vida por gentileza. Considero un acto de justicia poética advertir de la subversiva valía de Celso Castro» ENRIQUE VILA-MATAS
«el afinador de habitaciones» es una narración desbordante en la que se suceden sin descanso las filias literarias del narrador -un adolescente algo excéntrico-, sus manías compulsivas, su ansiedad mitigada a base de coñac, sus encrucijadas sentimentales, obsesivas y caóticas, y las visitas de desasosegantes presencias de ultratumba. Sus pensamientos se mueven entre la inteligencia de un superdotado y la candidez de un adolescente, entre el humor más cínico y el más ingenuo de los romanticismos. Y entre todo ello, la literatura como trasfondo vital y moral, llevada hasta límites tan subjetivos que la propia realidad es puesta en duda. Con esta novela, Celso Castro nos abisma en una narrativa febril, extremadamente moderna y original ùy, por tanto, difícil de encasillarù, y consigue lo que caracteriza a un verdadero escritor: crear una voz propia e inconfundible que trasciende las páginas de este libro. En pocas palabras, no es una novela cualquiera.
Se trata de una novela ciertamente moderna, pero sin caer en sinsentidos experimentales: es excéntrica y atípica, pero en absoluto solipsista. Es una de esas obras que desean leer los que, cansados del estancamiento de cierta narrativa, buscan otros ritmos, otras formas de narrar. «Una voz inconfundible» no es en este caso una simple frase comercial: la oralidad de su escritura, la aproximación a los personajes y su firme carácter son los mayores logros de la obra de Celso Castro (y le han valido comparaciones con Félix Romeo, Joyce o Kerouac).