Tras más de sesenta años de ausencia, Elsa Medina Osorio aparece un dÃa en La Desembocadura, el viejo caserón familiar, que reconoce enseguida por un inconfundible olor a papas con alcauciles y al que vuelve para celebrar una gran fiesta antes de morir. Tal vez ese olor, tal vez su fantasÃa, o tal vez las historiadas cartas de su hermana Magdalena, la dotan del mágico poder de resucitar incluso a los muertos, sobre todo a aquellos que habÃan sucumbido al beso del enigmático Vladimir el Cosaco. Poco a poco acuden al caserón los Medina, en particular Genaro, un primo algo dandy al que encontraron en una celda de un convento asesinado por el joven Diego, con quien la vÃctima mantenÃa lazos, según las malas lenguas, contra natura... Tampoco faltará el fatÃdico Vladimir.