Un espÃritu en Haità es mucho más que un espÃritu. Es un alma libre, una corriente de energÃa que escapa de los templos, circula por doquier, anida en los rincones de las casas y se aloja en el interior de las personas. Hay muchas religiones en el mundo, pero ninguna como el vudú, donde el dios, el loa, se monta en el creyente, lo toma, lo maneja, lo mima y si el espÃritu quiere, le trae el bien. O el mal?
Hay una parte del cielo que la gente niega, y a veces nos topamos con ella sin quererlo. En mi caso, el cielo de Haità se abrió sobre mà y me arrastró hacia un destino insólito. Este es mi testimonio, y el de las personas que junto a mà lucharon contra una montaña de creencias en el paÃs de los espÃritus. Esta historia me vapuleó como una garra sombrÃa, y, por eso, mi intención al relatarla tal vez sea un deseo de autoprotección, un amuleto frente a esos espÃritus que me acechan, un burdo deseo de que todo haya terminado?
