ÂôHay cuentos que nacen de un ingenioso hallazgo. A esta clase pertenece ÂôMaletasÂö de Emilio Mozo, donde el itinerario vivencial de un objeto, una maleta viajera, sirve al autor para erigir una metáfora de la vida humana. En una especie de juego verbal, muy del gusto de Cortázar, trazado con calculada dispersión y evidente gracejo a lo largo del texto, varias palabras enigmáticas van describiendo lo que la maleta protagonista siente o piensaÂö.
CARMEN RUIZ BARRIONUEVO (Universidad de Salamanca)
