Michele Crismani es un chico de trece años que vive con sus padres en Trieste, Italia. Un día, los padres de Michele tienen una idea que a él no le gusta nada: ellos quieren pasar unas vacaciones juntos, y como no hay nadie de la familia en Trieste disponible, deciden mandar a Michele a casa de sus tíos en Tolmezzo, un pequeño y aburrido pueblo. Michele intenta negarse, pero no puede hacer nada. La idea de ver a sus pesados tíos, sus bobos y pequeños primos, Andrea y Giancarlo, no le gusta en absoluto. Sin embargo, todo cambia cuando conoce a Michelle. Michelle es una chica negra de su misma edad, con la cual Michele entabla una gran amistad. Durante unos días viven grandes aventuras y Michele se enamora de la chica. Pero, de nuevo la vida le da un giro a Michele, y cuando mejor lo está pasando en Tolmezzo, sus padres deciden que vuelva a Trieste. Michele, triste y decepcionado, no tiene más remedio que volver, pero se anima al pensar que pronto su querida amiga Michelle va a ir a visitarle a Trieste.
