Aquellos a quienes elegimos como hijos configuran nuestra alma. Yo elegà tener a mi hijo José y él me ha enseñado a mirar la vida y a mà misma a través de sus ojos. Este libro recoge esa mirada y todas esas cosas que me hubiera gustado que alguien me contara, primero, sobre lo que significa ser madre y luego, sobre ser madre adoptiva. Cosas que casi nunca se dicen y yo eché de menos.
...Nadie me dijo que llevaba tiempo saberse madre, llevaba tiempo, horas, minutos, tardes de parque, lavadoras, purés y peluches llegar a saberse madre. Ni que ese tiempo adquirÃa otra dimensión, que entras en un tiempo que no es el tuyo, porque el tuyo murió y el nuestro aún no ha llegado. Ni que habrÃa momentos en que deseabas parar el tiempo, y otros que pasara tan deprisa que no pudieras ni vivirlo (...)
Pero, sobre todo, no sabÃa que llegarÃa un momento donde las fronteras de mi ser no estarÃan en mi piel sino en la suya, en el que mirarÃa mi vida a través de sus ojos, y la verÃa cargada de otros colores, de otros brillos y otras penumbras. No sabÃa que yo también nacerÃa de nuevo...Soy psicóloga infantil, y estaba acostumbrada a trabajar con familias. Ahora soy madre. Mi hijo José y yo somos, como dice él, una familia de dos y muchos más. Este libro recoge nuestra historia. Pero mi testimonio en este libro no es sólo como madre ni sólo como profesional. Estas páginas pretenden ser mi voz, una única voz, porque ya no puedo separar la madre y la profesional. Ni puedo ni quiero.
Pepa Horno Goicoechea es psicóloga y consultora en infancia, afectividad y protección en Espirales ConsultorÃa de infancia. Durante más de once años ha coordinado campañas estatales e internacionales para la prevención y erradicación de la violencia contra los niños y niñas. Imparte formación y asesora programas de intervención en más de veinte paÃses. Es autora de varios libros sobre desarrollo afectivo y social y coordinadora de varios estudios e investigaciones en el ámbito de la protección.
