Harry Osborn y Peter Parker en otros tiempos fueron amigos inseparables. Pero eso fue antes de que Harry supiera que Peter era Spider-Man, y antes de que Harry viera cómo Spider-Man llevaba el cuerpo sin vida de su padre a casa. Convencido de que Spider-Man mató a su padre, Harry ni perdona ni olvida. La rabia y el dolor se apoderan de él hasta tal punto que acaba asumiendo el legado perverso de su padre. El Nuevo Duende se ha instalado en la ciudad, ¡y está ávido de venganza!
