Mañana es Navidad. La familia de cerditos se prepara para el acontecimiento. Los hijos cerditos empiezan a contar lo que más les gusta de la Navidad: al mayor, los regalos; al segundo, los calcetines que se cuelgan en la chimenea; al cerdito glotón, los dulces; a otro, los villancicos y las historias que se cuentan después de cenar. Al final, se van todos a dormir y el menor de los cerditos mira al cielo y pide un deseo: que haya una blanca Navidad. Al día siguiente, cuando se levantan, descubren que ha nevado durante la noche y se llevan una gran alegría.
