LeÃdas de corrido, estas cartas dan la impresión de que nos hallemos ante una autobiografÃa, o cuando menos ante un autorretrato. Lo extraño es que esa autobiografÃa involuntaria (nada más alejado de Gaya que el propósito de contarnos «su» vida, ya que pocas cosas desdeñó tanto como la Historia) esté hecha apenas con un puñado de cartas escritas en diferentes momentos y sin continuidad. Pese a ello, a través de ellas podemos imaginarnos toda su vida, tal y como ocurre con un pequeño fractal. Creo que el lector que no haya conocido a Ramón Gaya en vida, podrá hacerse también una idea bastante aproximada de su personalidad. El conjunto de todo ello nos proporciona una secuencia biográfica (cabrÃa decir «autobiográfica») del pintor y escritor murciano, como no tenÃamos hasta hoy.