Queda declarado el estado de alarma. Y que nadie diga que no lo vio venir. Se insta a la población a no salir de casa, salvo para acudir a sus puestos de trabajo o para adquirir bienes de primera necesidad, asà como a respetar la distancia de seguridad de al menos un metro entre personas. Los individuos que habitan estas páginas, sin embargo, van a seguir relacionándose trabajosamente. Comfortlesses la crónica de un apocalipsis Ãntimo e individualizado. Un relato a varias voces sobre la conveniencia, el provecho, el libre albedrÃo y las responsabilidades individuales. Un mosaico porme norizado de todas aquellas inercias que nos componen y que hacen de nosotros exactamente esto que somos.