En 1992, tras un intenso debate social y polテュtico, y solo tres aテアos despuテゥs de la caテュda del muro de Berlテュn, el gobierno de una Alemania recientemente reunificada decidiテウ abrir los expedientes de la Stasi. Este テウrgano de la RDA, uno de los servicios de inteligencia mテ。s efectivos del mundo, llegテウ a espiar a una parte significativa de su poblaciテウn, a travテゥs de una red de colaboradores informales conocidos como IM (Inoffizieller Mitarbeiter). Supuso toda una conmociテウn social, ya que esta red la conformaron todo tipo de individuos. Parejas, amistades, familiares? Cualquier persona del entorno inmediato podテュa haber actuado en algテコn momento como informador sin siquiera levantar sospechas.
En 1978, siendo estudiante, el historiador britテ。nico Timothy Garton Ash se trasladテウ a la ciudad de Berlテュn para investigar las resistencias al nazismo, con un salvoconducto que le permitテュa moverse libremente a ambos lados del muro. Como tantos otros, no fue hasta la apertura de los expedientes cuando supo que habテュa sido espiado.
La lectura del sumario le revelテウ que personas テュntimas; amigos en muchos casos a los que recordaba con afecto, habテュan informado continuamente de sus actividades. Es a partir de la reconstrucciテウn de sus recuerdos, confrontados con la mirada paranoica de los agentes encargados de vigilarle ?la mirada oficial?, como se construye esta excepcional obra. Tal y como テゥl mismo dice: ツォLo que encuentras [en los expedientes] no es tanto maldad como debilidad humana (?) Y cuando hablas con los implicados, lo que descubres no es tanto una deliberada falta de honestidad, como la capacidad infinita que tenemos todos para engaテアarnos a nosotros mismosツサ.