Un ominoso fantasma sobre las vÃas del tren, cuyas apariciones desde un túnel tenebroso anuncian tragedia y muerte, atormenta al protagonista de El guardavÃa. Estamos ante una muestra de la prolÃfica dedicación que Charles Dickens dispensó a las historias de terror narradas al calor del hogar, una prueba de su atención a la cultura popular, pero también de su papel en la exploración de la psique victoriana, siempre tensada por dualidades: la tradición rural y la revolución industrial, lo espiritual y lo cientÃfico, el relato bÃblico y Darwin.