Afirmar que los hombres y las mujeres son distintos en su psicología y en su percepción de la realidad no es nuevo. Pero sí lo es desvelar los factores que han de guiarles en el conocimiento del otro, y que no son otros que la comprensión, la tolerancia y la responsabilidad. Con ellos cada miembro de la pareja estará en condiciones de penetrar en lo más profundo de las motivaciones del otro y de ese modo disipar malentendidos, aprender de las controversias y, sobre todo, consolidar la prodigiosa sensación de compartir un mismo sentimiento.
