Pasar unas Navidades al revés, pedir montañas de patatas fritas, encontrar unos muñecos que cobran vida o comprar una bolsa de matemáticas para la clase de cálculo... ¡Eso cambia los deberes escolares y las tareas de casa! Menos mal que los monstruos están ahí para alejar el aburrimiento del castillo... y aportar su grano de locura a la vida de Emilio y Margot.