El asunto de este libro es la extinción o quizá las diferentes extinciones. Para que el lector no se lleve a engaños el primer poema titulado significativamente "Prefacio" lo deja claro y plantea toda la temática de los siguientes. Por si el lamento humano ante el fin no fuera suficiente el yo poético es aquí un ser mixto. Una naturaleza que declina confundiendo sus límites. Una mezcla no, una síntesis de cánido- lobo o perro- y hombre. Esa criatura se asoma a sí mismo utilizando la pluralidad de su naturaleza para manifestar más desnudamente el dolor, no del perro o del humano, sino del ser vivo. Repartida por los distintos versos y en algunos casos como poemas específicos aparece en escenografía. El escenógrao no ha optado por el contrapunto, ha preferido la concordancia. Y junto al perro moribundo o la persona en los trances de la despedida, lo que ahora llamamos medio ambiente, incluso también lo puramente social, manifiestan su ruina.
