Este análisis del dilema entre ética y polÃtica, define de una manera nueva la responsabilidad de los cargos públicos, situándola en la zona concreta del cumplimiento dÃa a dÃa de las obligaciones. Sólo a partir de él, la democracia puede sostener de manera solidaria las contradicciones intrÃnsecas a todo sistema normativo.
El tema de este estudio es el dilema entre ética y polÃtica, al que «conviene concebir ?en palabras del autor? como un conflicto entre diferentes demandas que la ética misma hace a la polÃtica ... El tipo de acciones exigido por los principios que rigen las relaciones morales en polÃtica pueden violar los principios que guÃan toda relación moral, incluida la polÃtica. En función de sus deberes, los polÃticos pueden estar incluso obligados a mentir, romper sus promesas y manipular a los ciudadanos. La ética polÃtica, tal como se presenta aquÃ, se opone, sin embargo, a la tendencia de negar la responsabilidad a las personas y de atribuirla a diversos colectivos.»
Para sostener esta tesis, Thompson redefine el concepto de responsabilidad personal bajo la luz del encuentro entre ética y polÃtica.
Los juicios polÃticos de los ciudadanos o bien son demasiado globales o se refieren a aspectos excesivamente personales de las personas que ejercen cargos públicos. Al mostrar la estrecha dependencia mutua entre ética y democracia, el autor define el verdadero ámbito del enjuiciamiento responsable y necesario de la acción polÃtica.
En ejemplos reales de la polÃtica actual, se pone de manifiesto la importancia de localizar en su momento preciso los dilemas morales en decisiones concretas y hasta en cuestiones aparentemente rutinarias. Sólo al no tolerar las negligencias de normas y principios éticos en todos los niveles de responsabilidad, la difÃcil función de los cargos públicos se vuelve transparente y puede aspirar a la solidaridad ciudadana incluso en sus aspectos inevitablemente contradictorios.
