Intento ocuparme de la ontologﾃｭa y de la metafﾃｭsica en el saber jurﾃｭdico. Pues todo derecho de un paﾃｭs civilizado ha de reconocer a las personas y al deber de lo decidido jurﾃｭdicamente por los ﾃｳrganos mﾃ｡s altos como realidades metafﾃｭsicas que traspasan cualquier derecho positivo. Si hablamos de 'fundamentos ontolﾃｳgicos del derecho', es decir, de los fundamentos de cada una de las decisiones que pueden ser fundamentadas en la Filosofﾃｭa prﾃ｡ctica, parece que nos enfrentamos a una tarea cuya legitimidad no estﾃ｡ fundamentada de antemano, sino que constituye en sﾃｭ misma un problema. "Sﾃｭntoma de esto es el hecho de que en muchas de las discusiones actuales 'metafﾃｭsico' e incluso 'ontolﾃｳgico' se emplean normalmente para descalificar antes que para calificar argumentos". Pero tranquilﾃｭcese el lector: sﾃｳlo pretendo mostrar por quﾃｩ motivos la argumentaciﾃｳn jurﾃｭdica puede y debe ser prudente, razonable, no necesariamente arbitraria. Quizﾃ｡ sucede, a fin de cuentas, que estoy convencido de que esa reflexiﾃｳn que llamamos filosofﾃｭa -teﾃｳrica o prﾃ｡ctica, tanto da- es ante todo cuestiﾃｳn de experiencia.
