Vanguardia, cosmopolitismo y desenfreno. La Criolla, aquella ツォcueva del vicioツサ, segテコn la llamara Lluテュs Permanyer, fue mucho mテ。s que una gran fiesta. En ella se congregaban desde los mejores travestis de la ciudad (allテュ llegテウ a celebrarse un concurso memorable de Miss Barrio Chino) a la flor y nata de la intelectualidad catalana y europea pasando por no pocos altos cargos militares, policテュas, polテュticos, etc. Todos, en igualdad de condiciones compartiendo pecados, miserias y algunos momentos de euforia absoluta. Paco Villar vuelve a aquel Barrio Chino que conoce テゥl mejor que nadie porque encontrテウ la puerta que podテュa eternizar su retrato. Atravesar la puerta de La Criolla es atravesar la puerta dorada del Barrio Chino.
ツォLa idea de volver al Barrio Chino me perseguテュa desde hacテュa bastante tiempo. Todavテュa habテュa muchas cosas que contar, y el テ。lbum de firmas de La Criolla era la gran oportunidad.ツサ
(Paco Villar)