El pensamiento paradójico de Mandeville arranca con su alegorÃa de la vida de las abejas. Con descarnada ironÃa clásica, describe su visión de la naturaleza humana hasta plasmar una ética repulsiva que defiende el lujo, la envidia y el orgullo; justifica el egoÃsmo y condena la educación gratuita, la caridad y la frugalidad. Como dice el cÃnico subtÃtulo de la fábula, los vicios privados producen beneficios públicos.