En la partición de las voces, Nancy se fija el objetivo de recuperación y replanteamiento del sentido heidegeriano: el ser no es algo cuyo sentido se alcanzarÃa por vÃa hermética, sino que la hermeneÃa es el sentido de este este que somos nosotros, hombres, interpretes del lógos. Ninguna filosofÃa de la interpretación está a la altura de este humanidad. Su empresa se enfrenta asà con la urbanización de Heidegger, si asà puede denominarse la apuesta de Nancy, consiste en regresar a la analÃtica existencial, sobre todo a lo que determina respecto al sentido y profundizar en el vÃnculo que en Ser y tiempo une la hermeneÃa con el Mitsein, esto es, el anuncio del sentido con el hecho de que este se da en un ser-con los demás.