Sol de los insomnes, melancólica estrella cuyo rayo de lágrimas brilla trémulamente en la distancia mostrando la oscuridad que no puedes disipar, eres de igual manera un recuerdo en la alegrÃa. Asà el pasado brilla, luz de otros dÃas que ilumina, pero no calienta, con sus débiles rayos. La tristeza vela para contemplar un rayo nocturno, distinto pero distante, claro, pero ah, tan frÃo. «Sol de los insomnes» MelodÃas hebreas constituye el único de los poemarios lÃricos del autor dotado de una unidad conceptual, al modo en que hoy los entendemos (y no, como entonces, como simple recopilación), y contiene varios de los poemas más celebrados, famosos y bellos del poeta: «Camina en la belleza», «La destrucción de Senaquerib», «Te vi llorar», «Luminoso sea el lugar de tu alma», «Arrebatada en la flor de la belleza», «Sol de los insomnes» o «No pronuncio, no escribo, no aliento tu nombre». Son piezas que forman parte del canon de la literatura lÃrica anglosajona y, por la gran influencia de esta, de la universal. Constituye, además, la última de sus obras antes de exiliarse de su patria para siempre. Coincide la publicación de estas MelodÃas hebreas con la celebración del bicentenario de la muerte de Lord Byron, figura clave y uno de los poetas más destacados del Romanticismo. Las MelodÃas hebreas se presentan por primera vez en castellano acompañadas además de la reproducción, por primera vez desde 1824, una de las partituras para los que estos poemas fueron compuestos.
