En este lúcido ensayo, el erudito ensayista francés analiza la obra de Élisabeth Louise Vigée Le Brun, una de las pintoras más brillantes e ignoradas de las últimas décadas prerrevolucionarias en Francia. Retratista magistral «capaz de conjugar el parecido fiel con la idealización impalpable», Vigée Le Brun fue la aliada a la que escogió MarÃa Antonieta para ofrecer una imagen humana y digna de ese mundus muliebris que ella representaba y que, supuestamente, corrompÃa el prestigio y la autoridad de los monarcas a fuerza de afeminarlos. Un relato fascinante que recrea con magnÃfica precisión el virulento despertar de una misoginia polÃtica, moral y social que hizo de la reina MarÃa Antonieta y su retratista oficial sus chivos expiatorios.